Description
Existe una gran variedad de métodos para evaluar la carga interna soportada
por los jugadores en los entrenamientos y partidos, desde indicadores basados en lactato, lo que utilizan la medición del consumo de oxígeno (VO2) a partir de analizadores de gases portátiles o la monitorización de la frecuencia cardíaca (FC), hasta cuestionarios sobre la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) o rated of percived exertion (RPE, por su denominación en inglés).
Esta última será la que detallemos en este resumen, gracias a su accesibilidad, validez, fiabilidad y su escaso coste económico.
En una encuesta llevada a cabo por Akenhead & Nassis en 2016, donde
preguntaron a 41 técnicos de élite de fútbol, detallan que las herramientas más frecuentemente utilizadas para monitorizar la carga interna en el entrenamiento son la monitorización de la FC (98% de los equipos), la escala PSE (71% de los equipos), y otras escalas subjetivas (32% de los equipos). Sin embargo, durante los partidos, los equipos no utilizan monitores de FC, sino escalas de PSE, en el mejor de los casos.
Con estos datos, vemos la importancia que cobra la monitorización de la carga interna con el método PSE.
3.1 LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO
La utilización de la escala de percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) no es una herramienta novedosa, sino que fue desarrollada y aplicada en la década de los 80, (Borg, 1982). Sin embargo, principalmente por su sencillez y bajo coste, en los últimos años han proliferado los estudios científicos para determinar su fiabilidad y validez, paso previo a su utilización en la cuantificación de tareas o sesiones completas de entrenamiento.
Dicho método de cuantificación, en un principio surgió para determinar la carga en deportes individuales cíclicos o de prestación, pero poco a poco se ha ido extendiendo a deportes acíclicos o de situación, tanto individuales como colectivos, incluyendo el fútbol. Esto se debe a su simplicidad, versatilidad, los altos valores de reproducibilidad, la baja variabilidad encontrada y a su validez para determinar la intensidad de la sesión tanto en situaciones de estado estable (donde la intensidad del ejercicio es mantenida), como en situaciones de estado no estable con modificaciones en la intensidad del ejercicio, naturaleza característica de los deportes de equipo. Además, su aplicación permitiría minimizar la incidencia lesional de los deportistas.
Las escalas de PSE, se basan en la idea de que los atletas inherentemente puedan monitorizar el estrés fisiológico que experimentan durante el ejercicio, lo que permite ajustar la intensidad del entrenamiento usando su propia percepción del esfuerzo. A pesar de que el estímulo de entrenamiento realizado por los deportistas (carga externa) es el factor más determinante que provoca una respuesta en el organismo (carga interna), también pueden influir otros factores como el nivel de entrenamiento previo, factores extradeportivos, climatológicos, de salud o factores psicológicos, entre otros.
A diferencia del resto de los indicadores de carga interna, la PSE es un indicador subjetivo que permite monitorizar la carga declarada por los jugadores sobre lo percibido en tareas de entrenamiento, sesiones completas o partidos de competición. A partir de una escala, se le pregunta al jugador, en el lapso de los 30 minutos inmediatos al final de la sesión, cuan intensa ha sido la actividad, aportando una valoración numérica asociada a un adjetivo o un descriptor. La multitud de escalas PSE que se han ido sucediendo a lo largo de más de medio siglo se basan en la idea de que los deportistas puedan expresar el esfuerzo percibido con un número.
Cálculo del indicador de carga sesión-percepción subjetiva del esfuerzo.
Con el objetivo de simplificar la cuantificación del entrenamiento se ha desarrollado el método sesión-percepción subjetiva del esfuerzo (sesión-PSE), atendiendo al volumen (minutos) y la intensidad (puntuación otorgada) del conjunto de una sesión. Dicho método de cuantificación fue propuesto por Foster et al. (1996), cómo alternativa a los métodos basados en la FC con respecto a la utilización de la escala de PSE para otorgar un valor de intensidad, esta se considera una medida representativa de la intensidad, y al estar determinada por la compleja interacción de muchos factores que contribuyen a la percepción individual del esfuerzo físico, únicamente una perspectiva multidimensional de la percepción permitiría comprender este proceso.
En este sentido, factores como el esfuerzo percibido y la tolerancia, así como el efecto de las características del individuo, las condiciones del entorno, las características de la sesión y las estrategias de afrontamiento en ambos (esfuerzo y tolerancia percibidos) afectan la respuesta dada por el jugador, lo que justifica la multidimensionalidad de la medida.
Con el método PSE o RPE, la carga del entrenamiento puede ser calculada fácilmente, multiplicando el volumen de la sesión (en minutos) por la declaración del esfuerzo percibido utilizando alguna de las variantes de las escalas de Borg (figura 11). De esta manera, el indicador que se consigue es el sesión-RPE, es que medido en unidades arbitrarias (UA). Otras alternativas proponen el uso del indicador PSE como un valor absoluto, es decir, sin multiplicarlo por la duración de la sesión, argumentando que, en el valor dado por el deportista, está incluida también la duración de la sesión. Por tanto, las posibilidades de esta herramienta son muy amplias, pudiendo cuantificar la intensidad y la carga de diferentes tipos de entrenamiento, momentos de la sesión, o tareas de entrenamiento. Sin embargo, quizás la más extendida de la escala de PSE es para cuantificar la intensidad y carga de la sesión global realizada, en la que se integran todas y cada una de las actividades de la sesión, puesto que todas ellas han, en mayor o menor medida, colaborado en la adquisición del estado actual del deportista.
3.2 INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DEL RATIO DE CARGA AGUDA: CRÓNICA
La cuantificación de la carga no sólo se considera importante para maximizar la probabilidad de obtener un rendimiento óptimo de los deportistas en determinados momentos de la temporada. El conocimiento de la dosis de entrenamiento y su uso en la relación carga de trabajo aguda: crónica (A:C) recibe un gran interés a la hora de predecir el riesgo de lesión en una gran variedad de deportes de equipo en los últimos años.
Banister y sus colaboradores propusieron que “el rendimiento de un deportista en respuesta al entrenamiento se puede estimar a partir de la diferencia entre una función negativa (fatiga) y una función positiva (aptitud). Posteriormente se sugirió que el estímulo de entrenamiento ideal es aquel que maximiza el rendimiento mediante la utilización de una carga de entrenamiento adecuada, al tiempo que limita las consecuencias negativas del entrenamiento, como son las lesiones y la fatiga. Por lo tanto es importante que se comprenda y controle la carga de entrenamiento para que se puedan medir los niveles de aptitud física pasados y presentes de los deportistas. Esto significa tener en consideración el historial previo de entrenamiento, es decir, considerar lo que están preparados o acostumbrados. La relación entre lo que acaban de hacer (carga aguda física) y para lo que están preparados (carga crónica, condición física) se puede examinar a través del uso del ratio de carga A:C.
El concepto de ratio de carga A:C se define como la carga absoluta desarrollada en un periodo temporal cercano en el tiempo que representar la carga aguda (habitualmente se utiliza una semana en concreto, semana actual) en relación con el promedio de a carga de trabajo durante una estructura temporal más amplia que representa la carga crónica (habitualmente el promedio de las 4 semanas inmediatamente anteriores). Esta comparación de ambas cargas de trabajo proporcionan un valor, denominado ratio de carga A:C, que pudiera representar de forma dinámica la preparación de un deportista e influir en la probabilidad de lesión del deportista.
Las cargas de entrenamiento crónicas son análogas a un estado de aptitud condicional, sin embargo, las cargas de entrenamiento agudas son equivalentes a un estado de fatiga. La relación de ambas dentro del ratio aporta información de la carga de trabajo que un deportista ha realizado con respecto a la carga de trabajo a la que ha sido preparado, enfatizando en las consecuencias positivas y negativas de su capacitación.
Cálculo de la carga aguda
La carga aguda va a representar la carga que acabamos de realizar, y que ha podido impactar en nuestro organismo actual, generando un estado negativo o fatiga en nuestro rendimiento con duración transitoria. Por lo general, es la carga de trabajo realizada por un deportista en 1 semana (7 días), aunque se pueden utilizar diferentes duraciones temporales. Por tanto, se efectuará como el sumatorio de carga de los 7 días previos o semana previa, y representa el aspecto de “fatiga” del modelo.
El cálculo de la carga aguda puede realizarse para semanas completas o en cualquier fecha (únicamente se contempla la actividad de los 7 días previos) También se puede calcular la carga aguda para las semanas “naturales” de lunes a domingo (esa es la duración elegida para nuestra carga aguda).
Cálculo de la carga crónica
La carga crónica hace referencia a la carga habitual realizada por el deportista. Para ello, se suele utilizar el valor de 4 semanas (28 días) en su cálculo, a pesar de que, tal y como sucede con el valor de carga aguda, otros valores pueden utilizarse para su cálculo. Esta información nos aporta una información clara de lo que ha hecho un deportista antes del entrenamiento actual o del día de partido. Por lo tanto, comúnmente se asocia al concepto de fitness o estado físico del deportista. La carga crónica se expresa habitualmente como el valor promedio de 4 semanas, o de 28 días.
Cálculo del ratio de carga aguda:crónica
El ratio de carga A:C tradicional se calcula dividiendo la carga de trabajo aguda (fatiga) por la carga de trabajo crónica (condición física). Este ratio de carga A:C permite a los practicantes considerar la carga de entrenamiento que el deportista ha realizado recientemente (en la última semana de entrenamiento) en relación con la carga de entrenamiento para la que el deportista ha sido preparado (en las últimas cuatro semanas)
Interpretación del ratio de carga aguda:crónica
Respeto al significado de los valores que obtendremos a través del cálculo del ratio, se detallan un par de ideas. Si la carga de entrenamiento aguda es baja, es decir, el deportista experimenta un mínimo de fatiga, y la carga de entrenamiento crónica es alta, donde el sujeto desarrolló una aptitud condicional, entonces el deportista estará en un estado adecuado de preparación, representado por el valor de ratio de carga A:C con un valor próximo o inferior a 1. Por otro lado, cuando la carga aguda es alta, debido al aumento rápido de las cargas de entrenamiento, y la carga crónica es baja, significa que el deportista realizó una capacitación inadecuada para desarrollar su aptitud condicional, el estado del sujeto será de fatiga, con un valor de carga de trabajo A:C superior al valor de la unidad. En la siguiente figura (figura 12), se puede observar la representación de la relación de carga A:C. En el área sombreada verde (“Sweet Spot”) indica un riesgo de lesión bajo, mientras que el área sombreada en rojo (“Danger Zone”) simboliza los valores en los que el riesgo de lesión es alto. Con el objetivo de minimizar el riesgo de lesión, los profesionales del deporte deben de tratar de mantener el ratio de carga de trabajo A:C aproximadamente dentro del rango 0.8-1.3 (Blanch & Gabett, 2016).
Figura 12: Guía para interpretar y aplicar los datos de la carga de trabajo aguda-crónica
BIBLIOGRAFÍA
Este documento es una mera organización y resumen de los textos de estudio proporcionados por la plataforma Barça Innovation Hub en su curso: Gestión de la Carga de trabajo en Fútbol, para una lectura de fácil comprensión