EL CICLO DE PLANIFICAR – INTERVENIR –EVALUAR EN EL PROCESO DE ENTRENAMIENTO

Entrenador, ¿no cuentas con la ayuda de un preparador físico?

Ya no tienes excusa para controlar la carga de tus entrenamientos. 

PARTE 2

Estudio realizado por Denis Osés Santoyo

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Los profesionales de las ciencias del deporte, contamos con un conjunto de herramientas de monitorización y cuantificación disponibles para controlar la cantidad de trabajo que han realizado los deportistas, las respuestas a esa carga y el estado objetivo y subjetivo  de buena aptitud física o de fatiga del sujeto. Conocer el estado en el cual se encuentran los deportistas antes de comenzar un entrenamiento o un ciclo de entrenamiento resulta interesante de cara a la modulación o adecuación de las carga planificada, atendiendo a las particularidades de cada individuo. De esta forma, el conocimiento del rendimiento condicional de cada deportista en determinados periodos de la temporada y de su estado físico y mental antes del entrenamiento o de la competición se presenta como información valiosa y complementaria para ajustar la carga a las condiciones de los sujetos, con el fin de evitar estados de mayor fatiga o sobreentrenamiento.

2.1 LA VALORACIÓN DEL RENDIMIENTO CONDICIONAL

La evaluación tiene como objetivo proporcionar constante información acerca de los efectos del trabajo realizado y del estado físico-técnico-mental del deportista. Una de las exigencias del control es la medición de variables que expresen los efectos del entrenamiento y estén relacionadas con el rendimiento durante la competición. La optimización del entrenamiento requiere, sobre todo, conocer lo que el deportista ha realizado, proporcionando la información necesaria y contextualizada, para posteriormente estudiar los efectos que ha provocado la intervención, valorando al mismo tiempo en qué medida se van cumpliendo los objetivos marcados para el entrenamiento y su relación con la condición física.

Control y evaluación objetiva de la fatiga

Existen herramientas objetivas que aportan información muy interesante para detectar estados de fatiga del deportista, como la monitorización de la FC, la concentración de lactato, los marcadores bioquímicos, utilización de tensiomiografía y la evaluación de la capacidad de salto.

Control y evaluación subjetiva de la fatiga y del bienestar

Mediante el uso de escalas y cuestionarios, entrenadores y preparadores físicos no solo serán más conscientes de las complejidades del proceso de recuperación de los deportistas, sino que también podrán conocer el efecto de las diferentes acciones realizadas para favorecer el proceso de recuperación después de un determinado estímulo o competición.

Los cuestionarios son sistemas de obtención de información rápidos, económicos, fáciles de usar, adaptables a diferentes contextos y de aplicación práctica, ya que la información obtenida puede utilizarse para adaptar el entrenamiento planificado o adoptar medidas que favorezcan los procesos de recuperación.

El Índice de Hooper

El Índice de Hooper es un indicador obtenido a través de un cuestionario de autoanálisis donde el deportista debe calificar su nivel de fatiga, de estrés, el daño muscular de aparición tardía (delayed onset muscle soreness o DOMS, por sus siglas en inglés) y la calidad de los trastornos del sueño. Estas cualidades son evaluadas por separado, obteniendo un valor numérico (Índice de Hooper) representativo del estado general del deportista a través del sumatorio de las cuatro escalas. Los deportistas, por tanto, deben asignar un valor entre 1 y 7 para cada una de las cualidades estudiadas (desde muy, muy bajo o bueno = 1 punto, hasta muy, muy alto o malo = 7 puntos). (Figura 6)

Figura 6: Las cuatro escalas que comprenden el Índice de Hooper. Fuente: Hooper 1995)

Cuestionario de bienestar (Wellness Questionaire)

McLean, Coutts, Kelly, McGuigan y Cromack (2010) desarrollaron un cuestionario de bienestar donde los deportistas deben autoasignarse puntuaciones en una escala Likert (1-5 puntos) para las sensaciones de fatiga, calidad del sueño, estado muscular genera, dolor, nivel de estrés y estado de ánimo.

La utilización de dicha escala en momentos de gran fatiga creada en los deportistas (gran densidad competitiva y/o periodos con alta carga de entrenamiento) puede informar sobre el estado general y particular (atendiendo a las diferentes dimensiones evaluadas) de los deportistas y, a partir de dicha información, permitir la modificación de los planes de entrenamiento y/o recuperación.

 

Figura 7: Cuestionario de bienestar (Wellness Questionaire). Fuente: Campos M.A. y Toscano, F.J.

 Escalas de Recuperación TQR (Total Quality Recovery)

La escala de recuperación TQR permite registrar el estado del deportista de forma inmediata y complementaria con la intensidad de trabajo realizado. La escala TQRper es similar a la escala de percepción subjetiva del esfuerzo (utilizada para conocer la percepción de los deportistas acerca de la intensidad del entrenamiento realizado), ya que ambas utilizan un lenguaje común. La escala original de TQRper presenta 15 niveles, desde el 6 hasta el 20. Sin embargo, de cara a simplificar la asignación de un valor por parte del deportista, la escala ha sido modificada por diferentes autores. Así, la escala TQR-10 hace referencia a la percepción que tiene el deportista de su propia recuperación.

Figura 8: Escalas TQR, TQR-10. Fuente: Kentta y Hassmén.

 

2.2  EL CICLO DE MONITORIZACIÓN DEL DEPORTISTA

Gabett y colaboradores en 2017 presentan una posible estrategia de seguimiento de la carga de trabajo, con el objetivo de interpretar los datos obtenidos del control y cuantificación de las diferentes variables registradas, tanto en los entrenamientos como en la competición, obteniendo unas medidas que conforman el ciclo de monitorización del deportista (figura 9). El primer paso describe la carga de trabajo que el deportista realizó (carga externa). A continuación, se establece la respuesta biológica a la carga de trabajo desarrollada (carga interna). El tercer paso del ciclo consiste en observar si el jugador tolera la carga de trabajo. Por último, se comprueba si el deportista está preparado para entrenar o jugar. Mediante esta estrategia de seguimiento de la carga de trabajo, el siguiente paso del ciclo brinda información sobre cómo interpretar los datos y prescribir una intervención adecuada para cada deportista, con el objetivo de facilitar adaptaciones positivas del entrenamiento.

Figura 9: Ciclo de monitorización del deportista. Gabett et al (2017)

 

Además, Gabett et al (2017) producen una matriz en cada uno de los pasos del ciclo (figura 10), con el fin de ayudar a los técnicos y preparadores físicos a tomar decisiones durante el proceso de entrenamiento. En primer lugar, se examina la relación entre carga externa y la carga interna para determinar si las respuestas del deportista a la carga de trabajo son positivas o negativas. En segundo lugar, la combinación de las medidas de la carga de trabajo con las puntuaciones perceptivas de bienestar proporciona una idea de si el jugador está tolerando el entrenamiento o no. En tercer lugar, la combinación de las puntuaciones perceptivas de bienestar con medidas subjetivas y objetivas de percepción (rendimiento condicional) proporciona el paso final del ciclo de seguimiento. Estos autores sugieren que combinar y relacionar la carga de trabajo externa, la carga de trabajo interna, el bienestar perceptual y la preparación para entrenar o competir, permite prescribir un entrenamiento más individualizado en comparación con el empleo de dichas variables de forma aislada.

Figura 10: Matriz en cada paso del ciclo de monitorización del deportista. Fuente: Barça Innovation Hub.

BIBLIOGRAFÍA

Este documento es una mera organización y resumen de los textos de estudio proporcionados por la plataforma Barça Innovation Hub en su curso: Gestión de la Carga de trabajo en Fútbol, para una lectura de fácil comprensión.